Porque si creas, eres autor. Y como autor, tienes derechos.
Porque si creas, ya eres autor… y es hora de proteger lo tuyo.
Si eres ilustrador, diseñador, artista visual, fotógrafo o cualquier alma creativa que crea desde cero, este post es para ti.
No necesitas ser abogada para entender lo básico sobre derechos de autor, regalías o qué hacer si alguien usa tu trabajo sin permiso.
(Y sí, ya me ha pasado más de una vez…)
📌 ¿Qué son los derechos de autor?
Es más simple de lo que suena: si tú has creado algo original (una ilustración, diseño, fotografía, texto…), es tuyo desde el momento en que lo terminas. No hace falta registrarlo para que la ley te reconozca como autora, pero registrarlo sí te ayuda a demostrarlo si alguien lo usa sin permiso.
🧾 ¿Dónde puedo registrar mis obras?
Si alguna vez te han dicho «registra tu trabajo por si acaso», tenían razón. Y hoy por suerte es muy fácil hacerlo:
- En España: Registro de la Propiedad Intelectual.
- Online: Safe Creative (es la que uso yo, muy práctica), WIPO PROOF, entre otras.
No necesitas registrar todo, pero si algo tiene valor comercial, o sabes que va a circular mucho (en redes, en tiendas, en colaboraciones), mejor cubrirte las espaldas.
💰 Regalías y cesión de derechos
Este es un tema que a veces da miedo, pero si estás empezando, es mejor entenderlo desde ya.
Cuando vendes o cedes una ilustración, debes tener claro qué estás permitiendo y por cuánto tiempo.
🎯 Regalías
Es cuando te pagan un porcentaje por cada venta de tu obra (por ejemplo, si una marca saca camisetas con tu diseño).
🎯 Cesión de derechos
Es cuando le das permiso a alguien para usar tu obra. Puede ser:
- Total o parcial (solo para redes, o también para imprimir, etc.)
- Con límite de tiempo (por 1 año, 5 años…)
- Exclusiva o no exclusiva
Siempre pide que te lo dejen por escrito, aunque sea en un correo. Y no vendas los derechos para siempre a cambio de un «exposición» (todas caemos en eso al principio… pero no vale la pena).
🖼️ Historias reales (sí, me ha pasado)
En varias ocasiones han usado mis ilustraciones sin preguntarme.
Una vez fue una ilustración sobre el cáncer de mama, que publiqué con mucho cariño. Me enteré que una agencia en España la estaba usando para vender calendarios solidarios. No me puse histérica porque la causa era bonita, pero me desconcertó que una agencia no supiera que hay que pedir permiso al autor, aunque sea para una buena causa.
Otra vez, alguien copió una ilustración mía de Bruno Mars (que está en mi web) y la usó para hacer camisetas. Lo descubrí de casualidad.
Y bueno… si lo copian, es porque funciona, ¿no? 😅 Pero eso no quita que fastidie.
He aprendido que aunque te dé pereza, es mejor registrar tus trabajos importantes, y si alguien lo usa sin permiso, intenta hablar primero. Muchas veces ni saben que están haciendo algo mal.
🧠 ¿Y si soy ilustrador o diseñador freelance?
Todo esto aplica igual, incluso si solo haces encargos o colaboraciones.
Cuando creas algo, eres el autor. Y si alguien quiere usar tu ilustración en camisetas, libros, redes o carteles, debe pagar por ese uso (o al menos acordarlo contigo).
Por eso es importante dejar claras las condiciones desde el principio.
🖼️ ¿Y si lo que haces es digital?
Vale igual. Si creas:
- Stickers digitales
- Recursos para redes
- Ilustraciones para packaging
- NFTs, cómics o patrones…
Todo eso está protegido por derechos de autor.
📌 Lo que me hubiese gustado saber antes:
- Que aunque suene legal, es algo que nos protege a los creativos.
- Que registrar obras importantes es una forma de cuidar tu trabajo (y tu paz mental).
- Que puedes defenderte, incluso si eres freelance o estás empezando.
- Y que si te copian, no eres exagerada por protestar. Estás defendiendo tu trabajo.
¿Te han copiado? Te lo leo en los comentarios…